viernes, 19 de septiembre de 2014

El sueño social y la muerte de una red social.




Del sueño americano hemos pasado al sueño social, social de social media y redes sociales.

En un principio, sólo unos cuantos explotaban las redes sociales y muchos observaban y dialogaban.


Posteriomente, se enseñó a todos que, además del sueño americano, existía el sueño social, cualquiera tendría la oportunidad de ser escuchado y lograr sus objetivos. De manera progresiva, más y más usuarios tomaron el altavoz y comenzaron a pregonar sus servicios, productos, páginas, etc.


Cuando ahora haces un contacto, es más fácil que en los cinco minutos siguientes recibas una invitación a que hagas un me gusta en su página o visites su web o cualquier otra proposición de caracter comercial a su favor, que a que te envíen un simple “hola”, “gracias” o “buen día”.


Así es como se llega a la muerte de una red social, aquella en la que demasiados hablan sin escuchar, en la que aunque parezca que existe una comunicación bidireccional, sólo es aparente y en realidad es unidireccional.

También ha hecho mucho daño esa idea del famoso social, social de social media y redes sociales, mal denominado gurú, que situado en todo lo alto habla y poco más se relaciona. Quienes han copiado este comportamiento han contribuido a la muerte de su red social. Sus víctimas se han aburrido.

Pero que nadie se engañe, esto ocurre porque se crean “relaciones” a lo loco, por la idea de que quien más “relaciones” tiene es más famoso. El objetivo de una red social para un usuario debe ser crear relaciones de valor y, poco a poco, ya vendrá todo lo demás.





 
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